Los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) son instalaciones que cumplen todos los requisitos que marca la ley para poder dar un tratamiento medioambientalmente correcto a los vehículos al final de su vida útil. La primera operación a la que se someterán los vehículos será la descontaminación (separación o extracción de los fluidos y otros elementos peligrosos). Estos centros son autorizados por las respectivas Administraciones Autonómicas que deben verificar que cumplen con las nuevas exigencias legales.
El proceso de tratamiento de los vehículos comienza en el momento en que Éstos son entregados a un centro autorizado. El proceso consta de las siguientes fases:Descontaminación: Consiste en la extracción de todos los residuos peligrosos, es decir, combustible, líquido de transmisión y otros aceites hidráulicos; aceites del motor, del diferencial y de la caja de cambios (salvo que se reutilice el bloque completo, en cuyo caso se puede mantener lubricado), líquidos de refrigeración, de frenos y anticongelante; baterías de arranque; filtros de aceite y combustible; etc...
Retirada de componentes reutilizables: Se evalúan y retiran todos aquellos componentes del vehículo susceptibles de ser reutilizados, y son claramente identificados y almacenados para su posterior venta.Almacenamiento y compactación: El vehículo se almacena a la espera de ser transportado a las instalaciones de fragmentación. Para lograr una mayor optimización de esta operación, los vehículos son previamente compactados.
Fragmentación: Los vehículos son triturados por molinos de martillos y convertidos en pedazos de entre 20 y 40 cm. Dentro de la instalación, unas aspiradoras y unos ventiladores soplantes retiran los materiales menos pesados (los estériles) y, más tarde, corrientes magnéticas se encargan de separar metales férricos y no férricosReciclado de la parte metálica: La parte metálica fragmentada, normalmente con un tamaño comprendido entre los 20 y 40 cm, es cargada en camiones de hasta 25 toneladas y enviada a fundición.